Algunas empresas han comenzado a ajustar sus jornadas laborales, como
una estrategia interna para adaptarse a la posible aprobación de la reforma que
prevé acortar la jornada, de 48 a 40 horas por semana, explicó el
vicepresidente nacional de Grandes Empresas de la Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación (Canacintra), Esaú Magallanes Alonso. De acuerdo
con el empresario, el propósito es reducir la jornada laboral, pero aumentar la
productividad en ese tiempo. De momento algunas compañías han optado por
reducir de cuatro a seis horas, para aplicar jornadas semanales de 42 a 44
horas. Ciertas empresas han dejado de laborar el sábado o han reducido las
horas de trabajo en el sexto día de la semana. Estas medidas, añadió, han sido
aplicadas por empresas de las industrias automotriz, alimenticia, herramental
y, en general, de la industria manufacturera. El vicepresidente de Grandes
Empresas en Canacintra asentó que el sector industrial será receptivo a la
reducción de la jornada laboral en caso de que avance en el Congreso de la
Unión. Sin embargo, pedirán acceder a incentivos. “Lo que estamos pidiendo
nosotros a nivel nacional, a nivel federal, es buscar un incentivo, que nos
ayuden con un tipo de incentivo como ya salió ahorita la deducibilidad al 100%
de los activos, ese tipo de incentivos; no es que dejemos de pagar impuestos,
es que nos ayuda a acelerar la economía de nuestras empresas”, externó.