Para sorpresa del consenso de mercado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (FED) tomó la decisión de aumentar la tasa de fondos federales en +75 p.b. para ubicarse en un rango de 1.50%-1.75%. Este es el incremento más agresivo desde 1994.
Dentro del comunicado se señaló que los principales indicadores de la actividad económica y empleo han continuado fortaleciéndose. Las ganancias en el empleo han sido sólidas en los meses recientes y la tasa de desempleo ha disminuido substancialmente. La inflación continúa en niveles elevados, y esta tendencia podría mantenerse como resultado de los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, altos precios de energéticos y los cierres relacionados con COVID en China.
Adicionalmente, se mencionó que la invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes daños humanos y económicos. Las implicaciones para la economía estadounidense son inciertas, pero en el corto plazo es probable que la invasión y eventos relacionados crearían una presión al alza sobre la inflación y, naturalmente, se traducirían en debilidad sobre la actividad económica.
El FOMC decidió realizar un incremento mayor al estimado derivado, principalmente, de la reciente contaminación en los datos inflacionarios de EE.UU. dados a conocer el pasado 10 de junio de 2022. Cabe señalar que, durante mayo de 2022, el índice de precios al consumidor incrementó en +8.6% de manera anual, variación que se posicionó por encima de las estimaciones del mercado y que representó el dato más alto registrado desde la década de los ochenta.
Con la dirección y magnitud de este incremento, la Reserva Federal busca alcanzar sus objetivos de máximo empleo y una tasa de inflación de largo plazo alrededor del 2%. Además, esta acción representa una señal que manda el FED con su compromiso de estabilidad de precios, adicionalmente, Jerome Powell mencionó que un siguiente aumento de 50 o 75 pb sería necesario si los datos y las condiciones lo ameritan.
Cabe señalar que esta decisión no fue unánime toda vez que existió un voto disidente (Esther L. George) quien votó por aumentar la tasa de fondos federales en +50 p.b. para ubicarse en un nivel de 1.25%-1.50%.
Por otro lado, es importante mencionar que se actualizaron las proyecciones económicas, las cuales no se actualizaban desde marzo de 2022. Dentro de las proyecciones, destaca un sustancial recorte en el crecimiento esperado para 2022 en el PIB y niveles de inflación mayores para 2022 y 2023.
Lo anterior, inevitablemente trascenderá al ritmo de la actividad económica mexicana, provocando una ralentización en el crecimiento más severa de la que se esperaba.
En cuanto a la trayectoria esperada de la tasa de fondos federales, aún continúa existiendo incertidumbre respecto a cuál será el rango de cierre para finales de 2022, ya que la mayoría de los miembros vislumbran un nivel de 3.25%-3.50% para el cierre del año, sin embargo, uno de los miembros pronostica que la tasa cerraría dicho periodo en un rango de 3.75%-4.00%. Adicional a ello, no es posible descartar cierres adicionales por COVID y nuevos escalamientos en tensiones geopolíticas que presionen en mayor medida los índices de precios a nivel mundial.
Finalmente, cabe señalar que, estas proyecciones difieren fuertemente de las proyecciones de marzo de 2022, en la cual la mayoría de los miembros observaban para finales de 2022 el rango de la tasa de fondos federales en un nivel de 1.75%-2.00%. Lo anterior confirma, paradójicamente, que inclusive dentro del órgano central la incertidumbre es la única constante.
En línea con el mandato dual del FED, la inflación ha presionado en gran medida el actuar del Instituto Central, el cual se ve forzado a incrementar los tipos de interés de manera agresiva. Con ello en mente, pronosticamos que los incrementos continuarían durante el año hasta que el componente inflacionario empiece a dar señales de desaceleración.
Hacia delante, el FOMC mantendrá su ciclo de restricción monetaria, el verdadero desafío será adelantarse a las magnitudes de dichos aumentos. Dadas las actuales condiciones, vislumbramos aumentos de, por lo menos, 50 p.b. en próximas reuniones, con cambios de magnitud que se darían conforme se van conociendo los datos de empleo e inflación. Así, estimamos que el rango de la tasa de fondos federales se ubicaría hacia finales del 2022 en un nivel de 3.50%-3.75%. Lo anterior con el fin de mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazos, además de ir en línea con la desafiante coyuntura económica en la que se destacan visibles riesgos al alza.
Como se mencionó, las próximas lecturas tanto de inflación como de empleo jugarán un papel determinante en la conducción de la futura política monetaria, asimismo, monitorear la evolución de los conflictos geopolíticos será menester en aras de intentar cuantificar sus efectos.
Analista
Kevin Ortiz
Alain Jaimes